domingo, 3 de septiembre de 2023

LA SONRISA OLVIDADA, DE M. KENNEDY

 LA SONRISA OLVIDADA.

El título tan sugestivo y al mismo tiempo enigmático, La sonrisa olvidada, de esta novela tarda tiempo en hacer su aparición y tener su explicación correspondiente.



Su autora, la escritora inglesa de la primera mitad del siglo XX, Margaret Kennedy (1896 – 1967), narra la extravagante vida de unos súbditos británicos que, por azares y peculiariedades de su vida, encuentran una vida plena y satisfactoria y real lejos del brillante, esplendoroso y ensimismado Londres de principiso de siglo. Ese lugar es una remota y desconocida isla griega, Kethira, adonde llegan casi por casualida, y donde encuentran realizada plenamente su vida.

Es la autora una gran relatora de los usos y costumbre s sociales de sus contemporánooes, a la vez que una mente perspixcaz que trata de buscar un anhelo vital más allá de aquella educación y sociabildad británica , consderada espejo del mundano vivir.

De fondo y complementando sobremanera a todo el relato, que transcurre en dos ámbitos, el ondres mundano y brillante, y la rústica e ignota isla griega de Kethira, isla inexistente, por otro lado, y de nombre y fonetica plenamente helena, para este contraste enfrenta desde el principio a dos personaleidades que se encentran casualmente en aquella isla.

El relato narra la historia in medias res, pues una vez establecido este casual encuentro de varios personajes, británicos, vuelve la historia hacia atrás, para desarrollar cómo ha sido posible el encuentro de estos dos personajes.

El uno es el fatuo, pagado de sí mismo aunque con una sólida y educación, es el profesor de Clásicas doctor Challoner. Como fiel representante del conocimiento idealizado de Grecia, el profesor es un erudito en el mundo clásico y su literatura. Es envidiable su formación, pero a ésta, como suele suceder, la acompaña una superioridad y cierta soberbia, que la autora no tarda en caricariturizar al principio y para el resto del relato.

Frente a este fatuo personaje, representante ciertamente de una cultura clásica parodiada, se encuentre Seldwyg. Este personaje, delicado y sensible, de orígenes modestos, que sale adelante coo puede en la clasista sociedad británica, ha llevado una vida plena hasta que el amor de su vida fallece. Experimenta entonces en una crisis vital que lo lleva a esa isla griega también.

Para completar el número simbólico del tres, la autora introduce a Kate, una burguesa londinense en la que condensa las frivolidades e insatisfacciones de la mundanal vida social que le ha tocado vivir. En medio de un frívolo y decepcionate tour por las islas griegas, lo abandona en mitad del mismo y se reúne con estos dos personajes anteriores para dar un mayor cuerpo a la historia.

La verdad es que cómo llegamos a este libro todavía no atinamos a saberlo. reo que fue hojeando y mirando en alguna página de internet para descargar libros, de esas que están clausurando a marchas forzadas. En verdad que me gustaría saber como o hice, pues me gustaría volver a un encuentro parecido. 

En algún sitio leí algo así como la sinopsis de la novela, me llamó la atención losde un profesor de clásicas que se encuentra en una perdida isla griega. Pero, sin saber nada de la autora ni del título, no sé ni como la descargué enel ordenador. Y, en algún  momento la empecé a leer, sin tenerlas todas conmigo, ya digo, que uno siempre va buscando referencias por no saber. Pero la lectura, poco a poco al inicio, al final se fue sobreponiendo, y el relato fua cada vez más ameno y completo.

La imagen a la que se refiere el título de la novela, la de la sonrisa olvidad, es parece algo central en ese relato de los dos mundos, el británico, urbano y camino a una vida cada vez más artificiosa, y el rural y vital de la isla de los anónimos ahabitantes de la isla de Kethira. En ella viene, junto con todo lo otro, uno de los temas centrales de la obra.

No está de más el situar esta novela en los conocidos relatos de bruitánocos de finales del XIX y todo el siglo XX, que escapando del frñio y gñelido clima, tanto ambintal como social, de su Inglaterra natal, encuentran en ek mundo Mdel mediterrámneo, en recia, especialmente, pero también en Italia o españa, encuentran , decíamos, una realización plena y verdadera de sus vidads.

El más cocnocido en los últimos tiempos de estos británicos euriopeos que encuentran la vida en el mediterraneo está la saga los Durrell en Corfú de Mi familia y otros animales, Y la lista de europeos e incluso americanos, como a Henry Miller es abundante y convertida en un tema literario clásico. Parece una continuación de aquel Grand Tour que empezaron en el XVII y llega hasta el XIX muchos artistas europeos con una imagen idealizada de Grecia.

Volviendo a la novela, y una vez introdiucida de forma breve, recuperemos el asunto , importante ciertamente, del título de eta obrita. Es ya pasada la mitad de la lectura, cuando poco a poco la autora nos ha imbuido en ese extraño y arcaico mundo de la vida y los habitantes de la recreada isla de Kethira.

Pues ya ha advertido, como antes Freddy y Edith, que allí se vive en un lugar aparentemente al margen de la sociedad de la que proceden, la sociedad británica de principios de siglo XX, urbana, consumista y devoradora que se desarrolla en el resto del mundo.

Esa isla pequeña, olvidada, sin nada de interés, que nadie repara ni se detienen en ella, pues por no tener, no tiene ni restos arqueológicos más o menos destacables de la gloriosa civilización griega, mantienen sin embargo una actitud vital y unas prácticas y costumbres casi de etnografía, que se mantienen al margen de las usuales y por donde se desarrolla la moderna sociedad urbana de aquellos tiempos.

Es más, conscientes de ellos, algunos tratan por todos los medios de mantener esa virginidad, esa especie de inocencia vital, lejos del turismo avasallador que va ocupando, isla por isla, todo el Egeo, para instalar en ella el modo avasallador del turismo convencional.

Intereses en ello no le faltan, y algunos espabilados tienen ya puestas sus miras en aquella indiferente y poco interesante isla.

Es entonces cuando sale el fragmento en el que se refiere a lo que llaman o se ha llamado “sonrisa olvidada”, que se refiere a la misteriosa sonrisa arcaica en la escultura antigua grecorromana, la que se aprecie también en las imágenes que conocemos del arte arcaico griego y la escultura etrusca de la misma época.

             En la denominada cuarta parte, cuyo nombre es EL KUMEN DE KERITHA.

Viene precedida o antologada por un poema de Woodworth. 

            Ya atardeciendo, se encuentran en la casa del extraño tío Freddy el Dr. Challoner y Seldwyg. Están en la habitación del tío, fallecido, llena de objetos y recuerdos por todas partes.

Se pusieron a inspeccionar la cantidad de objetos que Freddy había dejado allí, sin saber qué hacer con ellos.

Entre ellos, una gran colección de discos viejos de gramófono, con los que el tío solía deleitar a los isleños alguna que otra tarde. Se reunía con ellos de cuando en cuando, y les ponía la música que ellos elegían.

Junto al profesor también estaba Kate, revisando lanas y telas.

De fondo se oía a alguien cantando dulcemente una canción.

Tanto Kate como el doctor detienen un momento su actividad para fijarse en la canción. Ambos la encuentran bonita y expresiva. Cuando termina, los isleños estallan en risas incomprensibles, y Seldwyg los apoya.

Mientras rebuscaban y seguían poniendo canciones en el gramófono, el Dr. Challoner dio un resoplido, acababa de encontrar en el escritorio de su tío una cara y a su nombre.

El Dr. empezó a leer:

 “Estimado Percival:

Si llegas a leer esto algún día, será porque habré muerto antes de haber llevado a cabo algunos arreglos que esperaba te ahorrarían a molestia de venir a Kethira 

A continuación, en un tono con cierta ironía en el que la autora alterna fragmentos de la carta con apostillas desconcertantes y desapegadas por parte del profesor, vamos conociendo el contenido de esta última carta de Freddy, dedicada a su insoportable y engreído sobrino.

Por un lado, y para empezar, éste descubre, asustado, que Freddy ha vivido estos últimos años, amancebado, con E., de la que ha tenido varios hijos.

A continuación, va desarrollando en la carta una especie de apología o justificación del por qué eligió, una vez regresado a la isla, instalarse definitivamente a vivir allí.

Y se refiere, sobre todo, a una forma de vivir ajena a la acostumbrada en las ciudades, una filosofía de la existencia y de la vida de antaño, preindustrial, si pudiéramos llamarla así, que le permite llevar una vida digamos que casi idílica, sin caer en idealizaciones simples.

En cualquier caso, no deja de tener un fondo de reflexión esta exposición de motivos vitales, esta declaración a favor de una vida distinta, más personal y verdadera.

    Creo que es por esto por lo que nuestros antepasados, que nunca se creyeron destinados a la felicidad, han dejado en esta parte del mundo tan pocos monumentos conmemorativos de la dicha humana y del espectáculo del goce de los hombres. En las esculturas anteriores, se ve a éstos sonriendo. Es esta sonrisa olvidada, llamada a menudo «misteriosa», lo que he visto a veces en Keritha. Y la hemos preservado porque, a los ojos del mundo y durante muchos siglos, no ha habido en nuestra isla nada notable que buscar y encontrar.

     «¿Se refiere tal vez a la “sonrisa arcaica”? ¡Otro convencionalismo!», se interpela a sí mismo el inflado de academicismo Challoner, al que la autora parodia por su ceguera humana y sus orejeras intelectuales.

El doctor Challoner sabe que Freddy se está refiriendo a esa sonrisa antigua o arcaica, de la época Arcaica de la escultura. Para él, abrumado hasta las sienes de cultura libresca, aquello que dice Freddy no es más que una referencia intelectual.

Debe estar pensando Challoner, pues, en figuras de la estatuaria arcaica del arte etrusco y griego.

 

Jinete Rampli, Louvre 

Sin embargo, no se da cuenta de lo que está queriendo decir esa póstuma carta. Aquella sonrisa extraña, que tanto ha intrigado a los académicos, no era algo cultural, misterioso o enigmático a investigar. Para Freddy, tienen una base humana, reposa en la forma de ser de un mundo ya pasado, que, sin embargo, él todavía ha creído encontrar, como un fósil, en las gentes de la pequeña e ignota isla de Kethira.

Es precisamente cuando dice que

 ... (es) esta sonrisa olvidada, llamada a menudo «misteriosa», lo que he visto a veces en Keritha.

             Challoner sigue leyendo lo que ha dejado escrito Freddy.

En cualquier otra parte, prevalece el punto de vista opuesto. Los hombres creen que deben ser felices y que pueden decidir por sí mismos su propio destino. La casualidad es todavía una molestia, pero puede contrarrestarse por medio de la eficacia, la organización y los descubrimientos científicos. La miseria humana procede de la humana naturaleza, que es mala y perversa. Y hay que avasallarla, ignorarla o alterarla. 

El hombre no siente el menor respeto por la naturaleza. Es el único señor del universo y hace lo que le place con la materia desprovista de mente y de sentidos. Hace pesar su voluntad sobre los mismos átomos que destruye. No teme a los dioses. No teme a nadie, salvo a sí mismo. Le aterroriza más la Humanidad que lo que pueda haberle aterrorizado, en otros tiempos, dios alguno, porque, por muy terroríficos que pudieran ser éstos, había siempre la esperanza de que se pudieran aplacar sus iras. Por el contrario, ¿cómo puede el hombre aplacarse a sí mismo? No se atreve a representarse sonriendo, prefiere contemplar su propia imagen bajo algún aspecto violentamente falseado. Como objeto meramente natural, se cree demasiado horrible.

martes, 15 de agosto de 2023

ZAPATOS DE ESPÍA AL REVÉS Y EL EPISODIO DE HÉRCULES Y CACO EN LA ENEIDA.

 Estos días salió esta noticia, no sé de cuándo es su información original, esta noticia curiosa.Trata sobre unos peculiares y sorprendentes zapatos, no unos normales, sino unos zapatos de espías, de profesionales espías. 

¿Y cuál es su peculiaridad, dirán ustedes? Pues, tratándose de espías, cuyo fundamento principal es pasar inadvertidos u ocultos la mayor parte del tiempo básicamente. Y, cuando esto no es posible, borrar las huellas de sus pasos, despegar a su perseguidores, y escapar a las posibles represalias.

Hércules y el ladrón de ganado Caco

https://culturizando.com/maestros-de-la-pintura-europea-niccolo-dellabbate/hercules-y-caco-nicolo-dell-abbate/


Para eso se muestran estos zapatos de espías, utilizados, al parecer, en la Primera Guerra Mundial. Lo de espía que tienen es lo siguiente: si uno mira bien, los zapatos tienen la suela invertida, de tal manera que cuando caminan,la huella de los mismos marca el sentido contrario de la marcha.

Al leer esto, recordé el episodio, un episodio parecido del mundo clásico. Se encuentra en la Eneida, libro 8, donde aparece la monstruosa y repelente figura de un desaprensivo ladrón, de nombre, obviamente, Caco.

Este Caco, padre de todos los otros cacos que en el mundo siguen en la brecha, osado que era, no tuvo inconveniente en robar unos hermosos bovinos del rebaño que el Alcides Heracles había traído en aquellos tiempos hasta Italia.

¿Y qué treta empleó para que el monstruoso ladrón no pudiera localizar su senda? Pues la misma, parecida, que la de estos espías artesanales de la primera contienda mundial, esto es, hacer que caminaran al revés del sentido de su marcha.

Esto mismo fue lo que hizo Hércules. Tiró de la cola a los animales, de tal manera que las huellas de estos marcaban indicaban el sentido de la marcha inverso al que realmente hacían.

El episodio, tal como lo cuenta la Eneida, es el siguiente:



Aquí estuvo la gruta, escondida en vasto abrigo,

que la figura terrible del medio humano Caco ocupaba

Pero la mente fiera del ladrón Caco, por nada dejar 205

de crimen o engaño sin osar o probar,

sacó de sus pesebres cuatro toros de hermosa

figura y otras tantas novillas con mejor aspecto,

y a todos ellos, para no dejar huellas de la marcha de sus pasos,

arrastrados por la cola a la cueva y con las marcas de las patas 210

al revés, los ocultaba el raptor en su ciega guarida;

ninguna señal llevaba al que buscase a la cueva.


hic spelunca fuit uasto summota recessu,

semihominis Caci facies quam dira tenebat

at furis Caci mens effera, ne quid inausum 205

aut intractatum scelerisue doliue fuisset,

quattuor a stabulis praestanti corpore tauros

auertit, totidem forma superante iuuencas.

atque hos, ne qua forent pedibus uestigia rectis,

cauda in speluncam tractos uersisque uiarum 210

indiciis raptor saxo occultabat opaco;

quaerenti nulla ad speluncam signa ferebant.


Se ve, por lo tanto, la influencia de la cultura clásica, hoy ya abandonada, lo fructífera que siempre ha sido la cultura clásica para todas las facetas de la vida social, incluso la más insospechadas. El zapatero de espías tuvo que ser un provechoso lector de la Eneida en su época, seguramente.


viernes, 30 de junio de 2023

MARCO TULIO EN HOLLYWOOD: EL CINE COMO FÁRMAKON

 LA OFERTA (2022) (THE OFFER).


EL ARTE, LAS HUMANIDADES EN GENERAL, LA LITERATURA, EL CINE,  COMO PHARMAKON


ESCENA

Lugar: Reunión de inversores capitalistas de Paramount en las oficinas principales.

Principales personajes: Charles Bluhdorn, Charlie, presidente de Paramount, y Bob Evans, vicepresidente. Además, otro ejecutivo y rival de Evans, Barry Lapidus. En la reunión, los principales inversores de la compañía.


En las oficinas de Paramount hay una reunión crítica de la compañía y sus inversores, ante la inminente venta de la compañía.

Bob Evans, desconocedor de esta reunión, de visita a Charlie, el presidente, se salta las reglas y se entromete en la reunión privada para evitar su venta y desaparición. 

Para ello, lanza un discurso emotivo ante el cónclave de empresarios, y alude en defensa de la compañía el valor del cine como fármakon, alivio, remedio, cura aunque temporal, de a ura existencia. 

Es el tema de la defensa de las Humanidades que hace Cicerón en el Pro Archias, cuando su defensa del que fue su maestro en la adolescencia , el poeta Archias, le introdujo en el mundo de las humanidades, la literatura y las artes, con el valor formativo y, especialmente, de fármakon, alivio de la existencia.

De igual forma, el productor Evans, en el mundo del show business en el que se ha convertido las artes, en ese caso eine, viene a defender también, bajo tantos de miles de millones de negocio que se mueven en torno a esto.


Comienza la escena.


Se oye la voz de alguien del comité, el representante de Gulf and Western, provincial accionista y deseosa de vender,  que dice:

- ¡Caballeros! Todos estamos de acuerdo en que Paramount Pictures es una vergüenza para Gulf and Western. Así que propongo vender Paramount a C. Enterprises … Bien, votemos.

Toc toc toc toc, se oyen unos golpes inesperados en la puerta de la sala. Es Bob Evans que se ha apresurado por los pasillos para entrar en la reunión. Los golpes se redoblan, insistentes, y más fuertes. Ahora parece que le prestan atención. El de Gulf hace un gesto de espera al resto de congregados y se dirige a la puerta extrañado. Los golpes ya son continuos y sin interrupción. 

Por fin, abre la puerta, que se vence del todo por la fuerza del que estaba tocando. Aparece entonces Bob Evans. Se disculpa, 

- Lo siento, estaba cerrada, dice Evans falsamente inocente.

- Bob, esto es intolerable, protesta su rival Barry en la compañía. No puedes …

Sin embargo, Charlie lo interrumpe y con expresión molesta, se dirige a Evans, parado ante todos.

- ¿Tienes algo que decir?

- Sí, así es, Charlie, sí.

- Siéntate, Barry, obligando a sentarse a Barry y mostrando su acuerdo a que intervenga Evans.

- Gracias, Charlie.


 


- Gracias, Barry. Hola a todos. Soy Robert Evans, vicepresidente primero de Paramount Pictures. Los últimos años han sido duros para Hollywood, dice forzando una sonrisa. Seguro que la única pregunta en sus mentes es, dice, entrando en faena y quitándose el chaquetón rápidamente. ¿Tendríamos que vender en corto o en largo? Y lo entiendo, sigue diciendo, mientras se pasea y los mira. 

Son una empresa … Les preocupa su reputación… Pero miren esta mesa, son políticos innovadores, reyes de los negocios. Ninguno   está sentado aquí porque caminó sobre seguro

Y saben que la herramienta más importante, para ayudarles en sus objetivos, es la lealtad. Pero no quieren inversores que busquen pasar un buen rato, no. Quieren desarrollar una relación profunda. Quieren crear confianza. Y amor. Y no pueden hacer eso con promesas vacías, no. Deben… deben animar sus almas. ¿Y cómo se hace eso? Y en esto cambia la música, en un tono más emotivo. Bueno, es difícil, muy difícil.

A todo esto, Charlie el presidente lo mira impertérrito.

Ahora mismo, y empieza a caminar rodeando la mesa, el alma americana está rota. La guerra (se refiere a la del Vietnam), los asesinatos, las protestas civiles… sufrimos. Y la gente no confía en la política o los grandes negocios.

A todo esto, Charlie el presidente lo mira impertérrito

Así que, ¿qué puede admirar América? Se lo diré, se lo diré, dice verdaderamente expresivo.


Disculpa, Charlie, le dice al presidente colocándose de pie a su lado. Coge de la mesa un logotipo de cristal de la Paramount con la mano izquierda, lo levanta y dice:


 

Evans muestra el logotipo de la Paramount y lo identifica con la Estatua de la Libertad.


- Paramount, dice y mira el logotipo un momento. Miren el logotipo. La cima de la montaña. Somos la estatua de la Libertad, se dice ufano … Porque ya pueden darnos multitudes cansadas, pobres y amontonadas que anhelan respirar libre - Evans muestra el logotipo de la Paramount y lo identifica con la Estatua de la Libertad- que nosotros les damos dos horas de alivio de la dura realidad de este mundo, rematados con palomitas y Coca Cola, remata algo irónico.


  Charlie parece que por primera vez en mucho tiempo escucha interesado lo que dice Bob Roberts.

- Haremos lo que no pueden los demás, les entretendremos… les daremos una evasión, les animaremos sus almas hasta que estén llenas a reventar. Y eso no se puede cuantificar al controlar las acciones y se vendan en corto o en largo.

Y mira  a Barry, su rival en la compañía.

Hace un año la respuesta habría sido obvia, pero luego llegó Love Story (el propio Bob Roberts era la pareja de Ali McGraw, producida por la Paramount), y que ha recaudado cien millones de dólares, ha avivado las almas americanas. Y la gente podría decir (pregunta retórica del hábil discurso que está haciendo), sr. Evans, ¡Sólo tiene suerte una vez!

Y se responde a sí mismo, En Paramount nos buscamos nuestra suerte. Love Story fue el segundo libro más vendido de la década, sólo superado por otro (se pausa, y no dice cuál otro es para demorar la espera).

Y déjenme que les diga, caballeros… ¡no tiren la toalla, no tiren la toalla!, cuando tu luchador está a punto de conseguir la segunda parte del uno uno dos y ese golpe cruzado que ganará el campeonato, y llevará a la Paramount de vuelta a la gloria (apelando el espíritu competitivo, agonista, de la sociedad americana).

El libro más vendido de todos los tiempos…es El Padrino y, afirma con rabia, ¡es nuestro!

¡Nuestro!, lo vuelve a repetir gritando.

Podemos animar a sus almas porque sabemos lo que quiere la gente más que el azúcar, los coches … o lo que sea. La gente quiere historias, Charlie. Quiere una evasión, quiere amor, y quiere, remarca, almas, romance yse detiene un momento y dice violencia. Love Story y … El Padrino, termina efectista y redondeando su intervención con el título de la película sobre la que se está decidiendo.


- ¿Eso es todo, Evans?, habla displicente Charlie, después de un breve silencio casi solemne que se ha formado en la sala, de los que han aguantado el discurso 

- Es todo, Charlie, le contesta sabedor que ha hecho lo que tenía que hacer, y que ahora el asunto ya no depende de él.

- Pues lárgate, lo despide Charlie con ese desdén que a veces es una máscara.

Evans espero un poco tras escuchar la orden ante la mesa de los ejecutivos, que no han abierto la boca en toda su perorata. Mira de nuevo a Barry su rival y al de Gulf, sentado a su lado, luego se gira. Agarra su abrigo y enfila hacia la puerta.

Gracias, caballeros, es lo último que le oyen decir al traspasar el umbral de la sala.


  


miércoles, 21 de junio de 2023

CAPTAINS COURAGEOUS (1937): CON LA MIASMA (CLÁSICA) A BORDO.

 

UN PASAJERO EN UN BARCO DE PESCA, MAL AUGURIO. LA ASAMBLEA DE LOS PESCADORES.


    El fatum, los malos presagios, una maldición, sobrevuela sobre el barco de pesca ese mismo día que se recoge al chico Harvey.

Se tiene noticia de esto en la cena de a bordo, la primera que se muestra en escena.

Allí están todos los marineros, junto al capitán y su segundo. Sólo falta uno de los marineros, en cubierta haciendo la guardia, y el chico, que orgulloso y soberbio, ha sido castigado por el capitán sin la cena.

En la conversación empieza, cómo no, a hablar del chico que han rescatado del mar el día de hoy.

     El capitán Disko, Tío Salters, Manuel y el resto de los pescadores en la cena que equivale a una asamblea del pueblo.


- Para ser tan pequeño, tiene mucha imaginación.

- Dice que su padre es el dueño de aquel vapor – exclama Manuel.

- Sí, lo que es palique, no le falta al niño, confirma otro de la mesa.

- Y miente tan bien que podría escribir novelas, coincide otro.

- Yo le colgaría del palo mayor, asevera otro ya cansado en tan poco tiempo de la soberbia vista del niño.

- Os digo que ha sido por culpa de la caída. Le ha dejado trastornado- El Tío Salters, casi el segundo de abordo, cuenta la anécdota de un primo suyo, socarrón-. A un primo mío le pasó lo mismo en el pueblo. Se cayó de un granero y estuvo jugando con muñecas treinta años.

Las carcajadas en la mesa son estruendosas.

 El tío Salters contando la anécdota.

- Yo que usted, – dice seriamente John el Largo, mirando fijo al capitán Disko - en cuanto que levantara la niebla, lo cogería y lo llevaría a San Juan.

- No, exclama Manuel.

- Hablo en serio.

- Y perder dos semanas de buena pesca, dice Disko.

- Es mejor que correr el riesgo de tres meses de mala pesca, se planta el Largo.

Manuel, intentando quitar hierro a la cosa, que se sospecha se ponga tensa, interviene:

- El señor Karamanlis siempre con sus ideas luminosas. - hay que suponer, por el apellido que menciona Manuel, que es un marinero griego y, por tanto, casualmente es el que abre el asunto del fatum en el film.

- Es un pasajero en un barco de pesca – dice algo nervioso, moviendo el cuchillo en la mano pues ha dejado de comer – y eso trae mala suerte. (Y tan seguro está que saca a luz un episodio, de tantos relatos a los que los marinos son muy aficionados, con una interrogación retórica) ¿Qué le ocurrió al Orinoco cuando recogió a un pasajero en Terranova el año pasado? Al volver, murieron dos hombres, y apenas pudieron coger un quintal de pesca.

John el Largo atemorizando a los pescadores con la mala suerte que trae el chico Harvey.


El mismo Manuel, atónito, lo corrobora: Pues es verdad.

- Mi hermano iba en el Bedford … – empieza a contar otro marinero, pero es cortado por el largo, que sigue excitado

- Había un pasajero en el Dorothy C. cuando lo abordó un trasatlántico – sigue ya más animado el Largo.

- Eso no quiere decir nada – intenta rebajar la tensión el capitán-. Se han perdido muchos barcos en Gloucester que no llevaban ningún pasajero a bordo. Yo no era más que un pasajero en el barco de mi padre y, sin embargo, nunca le di mala suerte. Igual que …

- El hijo del patrón no es ningún pasajero – le interrumpe en seco el Largo, mientras el de al lado le pasa una bandeja para que se sirva. El Largo lo coge, y lo deja al lado sin coger nada. Y vuelve a la carga: Capitán, cuando pescamos aquí el año pasado, la carga rebosaba hasta las bordas de las barcas. Y llega este crío esta mañana y ¡fíjese en la pesca de hoy!

-Oye, Largo – le recrimina el capitán, dispuesto a cortar de raíz el asunto -, un momento. - y trata de inventar una treta-. En este barco no hay ningún pasajero a bordo. 

 

- ¿Cómo que no? – salta el Largo, suspicaz.

- Porque lo he hecho miembro de la tripulación. Y desde luego, está claro que, si yo le pago un sueldo, ya deja de ser un pasajero, ¿verdad? – el capitán quiere convencerse del silogismo que se está inventando ahora mismo, pues no está muy seguro, y hasta mira a Manuel para corroborarlo.

Todos los de la mesa asienten con la cabeza en un principio, pero a John el Largo no le convence lo que dice el capitán.

- ¡No, señor! – exclama sentencioso -. No se puede ahuyentar la mala suerte pagando. Repito que sigue siendo un pasajero mientras no haya hecho ningún trabajo.


 


- El Largo tiene razón – asiente ahora el que está a su lado con la voz ronca, el primer convencido, y no el único ya a estas alturas, de que la mala suerte acecha a la travesía.

- Bueno, trabajará cuando el hambre le apriete – se mantiene firme el capitán

- Pero, ¿y las cosas que pasen de aquí a que empiece? – sigue como pájaro de mal agüero el, al parecer, marinero griego, el Largo Karamanlis.

- ¡Ya está bien! – vocifera hasta el capitán Disko. Y se ve que, no le ha quedado más remedio que improvisar una solución para la situación creada, les expone lo siguiente. - He decidido esto: Manuel es el responsable de que está a bordo, y él se encargará - se queda un momento dudando- …de hacerle trabajar.

 

                                            El capitán Disko se enfrenta a el Largo

Claro, si trabaja, ya no será un pasajero, Disko espera que esta estratagema ahuyente de los supersticiosos y temerosos marineros la idea de la mala suerte.

Manuel, al que coge esto de sorpresa, exclama ¡Yo!

- ¡Sí! - se lo recalca Disko-. 

Alguien dice por la mesa Es tu obligación; otro corrobora Sí, Manuel, es lo justo.

Manuel mira de forma furibunda a sus compañeros de la mesa, no le gusta nada lo que le están imponiendo. 

Aun así, exclama también 

- ¿Yo le haré hincar el hocico a los despojos! - dice Manuel, en relación a la tarea que le mandó hacer Disco al joven Harvey, y que éste se negó.

- A ver si es verdad.

- Por favor, Manuel, no queremos tener el maleficio a bordo, interviene por primera vez el cocinero, negro para más señas, con lo de supersticiosos que se les supone por el estereotipo asociado a ellos.


 

                        El cocinero le suplica a Manuel que haga lo que le dice Disko.

Suena la campana de la guardia y Manuel se levanta de la mesa.

- ¿Vas a hacerlo ahora? – le pregunta el Largo, aparentemente más tranquilo ahora con la propuesta del capitán.

- Ahora voy a hacer mi guardia.

- Hablo en serio, Manuel, insiste el capitán Disko.

- ¡Ya vale, ya vale!, exclama el portugués, atosigado. Tengo que pagar doblemente mi error. Me gustan los críos como una cuba de veneno. ¡Y éste es como dos cubas! Si se pone tonto conmigo, ¡volveré a tirarle a los peces!

Y cogiendo su inseparable zanfona, sube por la escala a la cubierta. Por detrás se oyen algunas carcajadas.

Una vez arriba, Manuel sustituye al otro marinero, y se encuentra con Harvey. Allí será la primera lección de esa pedagogía sutil y directa a la vez, con la que el pescador irá educando y enseñando al joven caprichoso.

       

Manuel coge la zanfona para subir a la cubierta y tratar de convencer al chico de que trabaje y se convierta en uno de la tripulación.


NOTA 1: según hemos podido ver, en la novela original de Kipling, el fatum  o mal augurio está flotando y sobrevuela amenazante todo el relato. Su principal propagador es, como en el film, John el Largo. Sin embargo, la escena de la reunión en la cena la primera noche que recogen a Harvey no aparece en la novela Y tampoco… está mal augurio de “recoger a un pasajero en un barco de pesca”.

Como uno desconoce de todo esto, nos parece raro que este augurio sea verdad, pues parecería que se negaría el auxilio, si fuera así, a cualquier náufrago que se les cruzara en el mar.

Sin embargo, hay un momento en el texto de Kipling que si se le asemeja, aunque se a un poco. Sucede cuando se encuentran en los bancos de Terranova, al parecer, una goleta con fama de maldita. Su patrón lleva años cargado de deudas, la tienen mal aparejada, y cuando la ven, aparece envuelta en una marejada y finalmente, no se sabe bien, parece hundirse. 

Es entonces cuando se tiene un diálogo similar a esto que sucede en el film.


Alejandro, militar y estratega: La conquista de Alejandro Magno, de S. Pressfield (2004)

  Steven Pressfield,  La conquista de Alejandro Magno ,  (The virtues of war, 2004). Steven Pressfield es un autor contemporáneo de novela...