viernes, 24 de noviembre de 2023

A ALEJANDRO LE DISPUTAN SU PRIMACÍA περὶ προεδρίας.

  A ALEJANDRO LE DISPUTAN SU PRIMACÍA περὶ προεδρίας.

Repasando algunos otros textos donde hay alguna referencia al rey macedonio y sus batallas, recordamos uno de los humorísticos diálogos de Luciano de Samosata. Brillante polígrafo heleno de la época de la Segunda Sofística, s. II d.C., tiene una obra extensa marcada por su visión paródica y moralista de los hechos humanos.

De entre ellas, tiene una, titulada Diálogo de los muertos, Νεκρικοί Διάλογοι, donde pone en situación a personajes conocidos del mundo clásico, ubicados en el Hades y dialogando de cosas tan humanas como efímeras, en las que retrata de forma paródica la condición humana.


   

Escipión, Aníbal y Alejandro: ¿quién fue el mejor general?


Alejandro es protagonista en tres de estos diálogos, pero en uno de ellos es en el que se habla de su virtud guerrera. Se encuentra Alejandro en el Hades, y disputa con el cartaginés Aníbal y con el romano Escipión, y alegremente ajenos a su condición difunta, la primacía de ser el mejor guerrero de la antigüedad.

Se corresponde con el diálogo veinticinco, 25, de título ALEJANDRO Y ANÍBAL Y MINOS Y ESCIPIÓN, ΑΛΕΞΑΝΔΡΟΥ, ΑΝΝΙΒΟΥ, ΜΙΝΩΟΣ ΚΑΙ ΣΚΙΠΙΩΝΟΣ.


EL DIÁLOGO EMPIEZA directamente, con Alejandro y Aníbal discutiendo, como niños, quién de los dos ha sido mejor general. Alejandro desde el principio, y en tono despectivo, tienen claro que es él, y ni siquiera se presta a debatir con Aníbal. Sin embargo, accede a ello cuando interviene Minos, hay que recordar que están en el Hades, Minos como juez de la polémica.


ALEJANDRO. — Yo debo quedar en este juicio por delante de ti, libio, pues soy superior a ti. 

ANÍBAL. De eso nada, el primero debo quedar yo. 

ALEJANDRO. — Entonces que dictamine Minos. 


Ἀλέξανδρος:  ἐμὲ δεῖ προκεκρίσθαι σου, ὦ Λίβυ· ἀμείνων γάρ εἰμι.

Ἀννίβας: οὐ μὲν οὖν, ἀλλ᾽ ἐμέ.

Ἀλέξανδρος: οὐκοῦν ὁ Μίνως δικασάτω.


MINOS. — ¿Quiénes sois? 

ALEJANDRO. — Ése, Aníbal el cartaginés, y yo,  Alejandro el hijo de Filipo. 

MINOS. — Sí, por Zeus, ambos sois ilustres, pero... ¿cuál es el motivo de vuestra discusión? 

ALEJANDRO. — La primera plaza, pues ése sostiene que ha sido mejor general que yo, y yo, como sabe todo el mundo, afirmo que en lo que a la guerra se refiere he sido muy superior no sólo a él sino prácticamente a todos mis antecesores. 


Μίνως: τίνες δὲ ἐστέ;

Ἀλέξανδρος: οὗτος μὲν Ἀννίβας ὁ Καρχηδόνιος, ἐγὼ δὲ Ἀλέξανδρος ὁ Φιλίππου.

Μίνως: νὴ Δία ἔνδοξοί γε ἀμφότεροι. ἀλλὰ περὶ τίνος ὑμῖν ἡ ἔρις;

Ἀλέξανδρος περὶ προεδρίας· φησὶ γὰρ οὗτος ἀμείνων γεγενῆσθαι στρατηγὸς ἐμοῦ, ἐγὼ δέ, ὥσπερ ἅπαντες ἴσασιν, οὐχὶ τούτου μόνον, ἀλλὰ πάντων σχεδὸν τῶν πρὸ ἐμοῦ φημὶ διενεγκεῖν τὰ πολέμια.


MINOS. — Bien, que hable cada uno por turno; habla tú primero, libio. 

Μίνως: οὐκοῦν ἐν μέρει ἑκάτερος εἰπάτω, σὺ δὲ πρῶτος ὁ Λίβυς λέγε.


Por lo tanto, primero expone sus logros Aníbal, y a continuación lo hace Alejandro. En el relato de Aníbal, después de enumerar todos sus logros, aprovecha para desprestigiar al macedonio, echándole en cara que la fortuna siempre lo ha acompañado.


(ANÍBAL) … Alejandro en cambio, que recibió el imperio de manos de su padre, se limitó a aumentarlo y lo extendió en grado sumo aprovechando el golpe de la fortuna. Pero luego que venció y derrotó a aquel maldito Darío en Iso y en Arbela, renegando de la formación de su patria, iba exigiendo que se postraran de rodillas ante él y cambió su forma de vida por la de los medos y asesinaba en los banquetes a los amigos y los apresaba para matarlos.

[3] (Ἀννίβας) Ἀλέξανδρος δὲ πατρῴαν ἀρχὴν παραλαβὼν ηὔξησε καὶ παρὰ πολὺ ἐξέτεινε χρησάμενος τῇ τῆς τύχης ὁρμῇ. ἐπεὶ δ᾽ οὖν ἐνίκησέ τε καὶ τὸν ὄλεθρον ἐκεῖνον Δαρεῖον ἐν Ἰσσῷ τε καὶ Ἀρβήλοις ἐκράτησεν, ἀποστὰς τῶν πατρῴων προσκυνεῖσθαι ἠξίου καὶ ἐς δίαιταν τὴν Μηδικὴν μετεδιῄτησεν ἑαυτὸν καὶ ἐμιαιφόνει ἐν τοῖς συμποσίοις τοὺς φίλους καὶ συνελάμβανεν ἐπὶ θανάτῳ.


Como vemos, Aníbal critica a Alejandro aquellos episodios que son voz y lugar común en la biografía de Alejandro desde la antigüedad, como el ejercicio de la proskynesis o arrodillamiento ante él, o el episodio de Clito en el banquete.

Cuando le toca al macedonio, hace un repaso de sus hazañas bélicas, desde que sucede en el trono a su padre Filipo, la lucha contra las poleis griegas, hasta la campaña gloriosa de Asia. Allí enumera las batallas y hechos bélicos ya conocidos. Habla de las batallas de Gránico, Issos y Arbelas. Como vemos, no utiliza el nombre de Gaugamela. Pero el debate se queda aquí, en sus cualidades de general victorioso, sin entrar en el detalle de sus tácticas y estrategia. 

Es claro que la virtud heroica personal y particular desplegada en el combate no hace acto de presencia, y si buscamos algún dato en concreto de la batalla de Gaugamela, no lo vamos a encontrar, ni es la ocasión. El relato de sus hazañas es una panorámica general de sus campañas victoriosas y las batallas más célebres en Asia.

 

… con unos pocos hombres realicé una incursión en Asia, conseguí una victoria a orillas del Gránico en una gran batalla y luego de tomar Lidia y Jonia y Frigia y, por decirlo en una palabra sometiendo todo cuanto me salía al paso, llegué a las orillas del Iso donde aguardaba Darío con un ejército innumerable. 

… ὀλίγους ἄγων ἐσέβαλον ἐς τὴν Ἀσίαν, καὶ ἐπί τε Γρανικῷ ἐκράτησα μεγάλῃ μάχῃ καὶ τὴν Λυδίαν λαβὼν καὶ Ἰωνίαν καὶ Φρυγίαν καὶ ὅλως τὰ ἐν ποσὶν ἀεὶ χειρούμενος ἦλθον ἐπὶ Ἰσσόν, ἔνθα Δαρεῖος ὑπέμεινε μυριάδας πολλὰς. 


5 Lo que sucedió a partir de entonces vosotros lo sabéis, cuántos muertos os envié aquí abajo en un solo día. Por lo menos el barquero afirma que no dio abasto con la barca, sino que la mayoría de ellos a golpe de clavo se fabricaron unas balsas para realizar la travesía. 


[5] καὶ τὸ ἀπὸ τούτου, ὦ Μίνως, ὑμεῖς ἴστε ὅσους ὑμῖν νεκροὺς ἐπὶ μιᾶς ἡμέρας κατέπεμψα· φησὶ γοῦν ὁ πορθμεὺς μὴ διαρκέσαι αὐτοῖς τότε τὸ σκάφος. ἀλλα σχεδίας πηξαμένους τοὺς πολλοὺς αὐτῶν διαπλεῦσαι.


Y esas gestas las llevaba yo a cabo afrontando los peligros en primera línea y exponiéndome, como es lógico, a que me hirieran. Y por no mencionar las campañas en Tiro ni en Arbela, te diré que llegué hasta la India y fijé el océano como límite del imperio; capturé a sus elefantes y sometí a Poro. 


 καὶ ταῦτα διέπραττον αὐτὸς προκινδυνεύων καὶ τιτρωσκεσθαι ἀξιῶν· καὶ ἵνα σοὶ μὴ τὰ ἐν Τύρῳ μηδὲ τὰ ἐν Ἀρβήλοις διηγήσωμαι, ἀλλὰ καὶ μέχρι Ἰνδῶν ἦλθον καὶ τὸν Ὠκεανὸν ὅρον ἐποιησάμην τῆς ἀρχῆς καὶ τοὺς ἐλέφαντας αὐτῶν εἷλον καὶ Πῶρον ἐχειρωσάμην, καὶ Σκύθας δὲ οὐκ εὐκαταφρονήτους ἄνδρας ὑπερβὰς τὸν Τάναϊν ἐνίκησα μεγάλῃ ἱππομαχίᾳ,


Pero cita Luciano y pone de relieve, en esto está atento a esos datos, ya sabidos,  aquellas cualidades que le hicieron reconocido en el mundo antiguo, a diferencia del cartaginés. Esto es, el hecho de acometer las batallas marchando él mismo al frente, en primera fila, y a consecuencias de ello, resultar herido en ocasiones.

Estos hechos y argumentos que Alejandro aporta para defender su primacía han pasado a formar parte de la biografía del personaje, los recogen Arriano y todas las fuentes antiguas, y ha quedado como un hecho aceptado de su forma de ser y combatir.


Pero nada más nos cuenta, y menos del hecho decisivo sucedido en Gaugamela, su estrategia de ataque oblicuo, la carga de la Caballería y la hipotética lanzada. Salvo, como decimos, el hecho de que Alejandro iba al frente.

Por su parte, de las varias heridas que tuvo en las diferentes batallas, que argumenta a continuación, una de ellas fue en el muslo y ocurrió en Issos, también es citada.

En verdad que Gaugamela no le merece más que la sola cita y mención Y por no mencionar las campañas en Tiro ni en Arbela

Son las otras batallas, Gránico, Issos e Hidaspes, las nombradas un poquito más, en breve, como testigos principales de su gran y reputada fama como líder guerrero. 

… conseguí una victoria a orillas del Gránico en una gran batalla …

… llegué a las orillas del Iso donde aguardaba Darío con un ejército innumerable …

… llegué hasta la India … ; capturé a sus elefantes y sometí a Poro …


batalla de Hidaspes


Pero lo que importa en el diálogo es el tono paródico e irónico, que es la característica de estos diálogos de los muertos. El hecho mismo de que aún en el Hades, todavía estén disputando estos tres personajes por una ambición tan humana como insignificante ya, el hecho de ser el mejor, ya da el pie a todo lo que se desarrolla en el encuentro. 

El tono humorístico y de parodia en Alejandro se ve cuando dice, alabando sus batallas, 

…. Por lo menos el barquero afirma que no dio abasto con la barca, sino que la mayoría de ellos a golpe de clavo se fabricaron unas balsas para realizar la travesía.

φησὶ γοῦν ὁ πορθμεὺς μὴ διαρκέσαι αὐτοῖς (νεκροὺς) τότε τὸ σκάφος. ἀλλα σχεδίας πηξαμένους τοὺς πολλοὺς αὐτῶν διαπλεῦσαι.


Como vemos, es una versión paródica esta de Luciano acerca de estos hechos guerreros y de las victorias, para Alejandro épicas, que le conceden la fama y primacía. El detalle de los muertos νεκροὺς, hay que suponer muchos de ellos persas, ignorantes ellos de ser incluidos en el Hades heleno, claveteando sus propias balsas por el gran número de caídos, ocupa el lugar del persa Darío tirando de las riendas y poniéndose en fuga sobre su carro. 

No hay lugar aquí, es claro, para la versiones más épicas y literarias como la de Curcio, Dioniso, o la de Ps. Calístenes.


Se resalta de Alejandro, por otra parte, el hecho insólito de que persiguió y ajustició a los que traicionaron y mataron al rey Darío, al que le dio funerales honrosos.

Finalmente, Minos otorgará al rey macedonio la primacía como general entre los tres que se la disputaban, Escipión el romano a continuación, pues venció al cartaginés en Zama, y por último, aunque no inferior,  Aníbal.

Μίνως: … ὥστε πρῶτος μὲν κεκρίσθω Ἀλέξανδρος, μετ᾽ αὐτὸν δὲ σύ, εἶτα, εἰ δοκεῖ, τρίτος Ἀννίβας οὐδὲ οὗτος εὐκαταφρόνητος ὤν.


Minos, Éaco y radamantis, jueces del Hades.

domingo, 3 de septiembre de 2023

LA SONRISA OLVIDADA, DE M. KENNEDY

 LA SONRISA OLVIDADA.

El título tan sugestivo y al mismo tiempo enigmático, La sonrisa olvidada, de esta novela tarda tiempo en hacer su aparición y tener su explicación correspondiente.



Su autora, la escritora inglesa de la primera mitad del siglo XX, Margaret Kennedy (1896 – 1967), narra la extravagante vida de unos súbditos británicos que, por azares y peculiariedades de su vida, encuentran una vida plena y satisfactoria y real lejos del brillante, esplendoroso y ensimismado Londres de principiso de siglo. Ese lugar es una remota y desconocida isla griega, Kethira, adonde llegan casi por casualida, y donde encuentran realizada plenamente su vida.

Es la autora una gran relatora de los usos y costumbre s sociales de sus contemporánooes, a la vez que una mente perspixcaz que trata de buscar un anhelo vital más allá de aquella educación y sociabildad británica , consderada espejo del mundano vivir.

De fondo y complementando sobremanera a todo el relato, que transcurre en dos ámbitos, el ondres mundano y brillante, y la rústica e ignota isla griega de Kethira, isla inexistente, por otro lado, y de nombre y fonetica plenamente helena, para este contraste enfrenta desde el principio a dos personaleidades que se encentran casualmente en aquella isla.

El relato narra la historia in medias res, pues una vez establecido este casual encuentro de varios personajes, británicos, vuelve la historia hacia atrás, para desarrollar cómo ha sido posible el encuentro de estos dos personajes.

El uno es el fatuo, pagado de sí mismo aunque con una sólida y educación, es el profesor de Clásicas doctor Challoner. Como fiel representante del conocimiento idealizado de Grecia, el profesor es un erudito en el mundo clásico y su literatura. Es envidiable su formación, pero a ésta, como suele suceder, la acompaña una superioridad y cierta soberbia, que la autora no tarda en caricariturizar al principio y para el resto del relato.

Frente a este fatuo personaje, representante ciertamente de una cultura clásica parodiada, se encuentre Seldwyg. Este personaje, delicado y sensible, de orígenes modestos, que sale adelante coo puede en la clasista sociedad británica, ha llevado una vida plena hasta que el amor de su vida fallece. Experimenta entonces en una crisis vital que lo lleva a esa isla griega también.

Para completar el número simbólico del tres, la autora introduce a Kate, una burguesa londinense en la que condensa las frivolidades e insatisfacciones de la mundanal vida social que le ha tocado vivir. En medio de un frívolo y decepcionate tour por las islas griegas, lo abandona en mitad del mismo y se reúne con estos dos personajes anteriores para dar un mayor cuerpo a la historia.

La verdad es que cómo llegamos a este libro todavía no atinamos a saberlo. reo que fue hojeando y mirando en alguna página de internet para descargar libros, de esas que están clausurando a marchas forzadas. En verdad que me gustaría saber como o hice, pues me gustaría volver a un encuentro parecido. 

En algún sitio leí algo así como la sinopsis de la novela, me llamó la atención losde un profesor de clásicas que se encuentra en una perdida isla griega. Pero, sin saber nada de la autora ni del título, no sé ni como la descargué enel ordenador. Y, en algún  momento la empecé a leer, sin tenerlas todas conmigo, ya digo, que uno siempre va buscando referencias por no saber. Pero la lectura, poco a poco al inicio, al final se fue sobreponiendo, y el relato fua cada vez más ameno y completo.

La imagen a la que se refiere el título de la novela, la de la sonrisa olvidad, es parece algo central en ese relato de los dos mundos, el británico, urbano y camino a una vida cada vez más artificiosa, y el rural y vital de la isla de los anónimos ahabitantes de la isla de Kethira. En ella viene, junto con todo lo otro, uno de los temas centrales de la obra.

No está de más el situar esta novela en los conocidos relatos de bruitánocos de finales del XIX y todo el siglo XX, que escapando del frñio y gñelido clima, tanto ambintal como social, de su Inglaterra natal, encuentran en ek mundo Mdel mediterrámneo, en recia, especialmente, pero también en Italia o españa, encuentran , decíamos, una realización plena y verdadera de sus vidads.

El más cocnocido en los últimos tiempos de estos británicos euriopeos que encuentran la vida en el mediterraneo está la saga los Durrell en Corfú de Mi familia y otros animales, Y la lista de europeos e incluso americanos, como a Henry Miller es abundante y convertida en un tema literario clásico. Parece una continuación de aquel Grand Tour que empezaron en el XVII y llega hasta el XIX muchos artistas europeos con una imagen idealizada de Grecia.

Volviendo a la novela, y una vez introdiucida de forma breve, recuperemos el asunto , importante ciertamente, del título de eta obrita. Es ya pasada la mitad de la lectura, cuando poco a poco la autora nos ha imbuido en ese extraño y arcaico mundo de la vida y los habitantes de la recreada isla de Kethira.

Pues ya ha advertido, como antes Freddy y Edith, que allí se vive en un lugar aparentemente al margen de la sociedad de la que proceden, la sociedad británica de principios de siglo XX, urbana, consumista y devoradora que se desarrolla en el resto del mundo.

Esa isla pequeña, olvidada, sin nada de interés, que nadie repara ni se detienen en ella, pues por no tener, no tiene ni restos arqueológicos más o menos destacables de la gloriosa civilización griega, mantienen sin embargo una actitud vital y unas prácticas y costumbres casi de etnografía, que se mantienen al margen de las usuales y por donde se desarrolla la moderna sociedad urbana de aquellos tiempos.

Es más, conscientes de ellos, algunos tratan por todos los medios de mantener esa virginidad, esa especie de inocencia vital, lejos del turismo avasallador que va ocupando, isla por isla, todo el Egeo, para instalar en ella el modo avasallador del turismo convencional.

Intereses en ello no le faltan, y algunos espabilados tienen ya puestas sus miras en aquella indiferente y poco interesante isla.

Es entonces cuando sale el fragmento en el que se refiere a lo que llaman o se ha llamado “sonrisa olvidada”, que se refiere a la misteriosa sonrisa arcaica en la escultura antigua grecorromana, la que se aprecie también en las imágenes que conocemos del arte arcaico griego y la escultura etrusca de la misma época.

             En la denominada cuarta parte, cuyo nombre es EL KUMEN DE KERITHA.

Viene precedida o antologada por un poema de Woodworth. 

            Ya atardeciendo, se encuentran en la casa del extraño tío Freddy el Dr. Challoner y Seldwyg. Están en la habitación del tío, fallecido, llena de objetos y recuerdos por todas partes.

Se pusieron a inspeccionar la cantidad de objetos que Freddy había dejado allí, sin saber qué hacer con ellos.

Entre ellos, una gran colección de discos viejos de gramófono, con los que el tío solía deleitar a los isleños alguna que otra tarde. Se reunía con ellos de cuando en cuando, y les ponía la música que ellos elegían.

Junto al profesor también estaba Kate, revisando lanas y telas.

De fondo se oía a alguien cantando dulcemente una canción.

Tanto Kate como el doctor detienen un momento su actividad para fijarse en la canción. Ambos la encuentran bonita y expresiva. Cuando termina, los isleños estallan en risas incomprensibles, y Seldwyg los apoya.

Mientras rebuscaban y seguían poniendo canciones en el gramófono, el Dr. Challoner dio un resoplido, acababa de encontrar en el escritorio de su tío una cara y a su nombre.

El Dr. empezó a leer:

 “Estimado Percival:

Si llegas a leer esto algún día, será porque habré muerto antes de haber llevado a cabo algunos arreglos que esperaba te ahorrarían a molestia de venir a Kethira 

A continuación, en un tono con cierta ironía en el que la autora alterna fragmentos de la carta con apostillas desconcertantes y desapegadas por parte del profesor, vamos conociendo el contenido de esta última carta de Freddy, dedicada a su insoportable y engreído sobrino.

Por un lado, y para empezar, éste descubre, asustado, que Freddy ha vivido estos últimos años, amancebado, con E., de la que ha tenido varios hijos.

A continuación, va desarrollando en la carta una especie de apología o justificación del por qué eligió, una vez regresado a la isla, instalarse definitivamente a vivir allí.

Y se refiere, sobre todo, a una forma de vivir ajena a la acostumbrada en las ciudades, una filosofía de la existencia y de la vida de antaño, preindustrial, si pudiéramos llamarla así, que le permite llevar una vida digamos que casi idílica, sin caer en idealizaciones simples.

En cualquier caso, no deja de tener un fondo de reflexión esta exposición de motivos vitales, esta declaración a favor de una vida distinta, más personal y verdadera.

    Creo que es por esto por lo que nuestros antepasados, que nunca se creyeron destinados a la felicidad, han dejado en esta parte del mundo tan pocos monumentos conmemorativos de la dicha humana y del espectáculo del goce de los hombres. En las esculturas anteriores, se ve a éstos sonriendo. Es esta sonrisa olvidada, llamada a menudo «misteriosa», lo que he visto a veces en Keritha. Y la hemos preservado porque, a los ojos del mundo y durante muchos siglos, no ha habido en nuestra isla nada notable que buscar y encontrar.

     «¿Se refiere tal vez a la “sonrisa arcaica”? ¡Otro convencionalismo!», se interpela a sí mismo el inflado de academicismo Challoner, al que la autora parodia por su ceguera humana y sus orejeras intelectuales.

El doctor Challoner sabe que Freddy se está refiriendo a esa sonrisa antigua o arcaica, de la época Arcaica de la escultura. Para él, abrumado hasta las sienes de cultura libresca, aquello que dice Freddy no es más que una referencia intelectual.

Debe estar pensando Challoner, pues, en figuras de la estatuaria arcaica del arte etrusco y griego.

 

Jinete Rampli, Louvre 

Sin embargo, no se da cuenta de lo que está queriendo decir esa póstuma carta. Aquella sonrisa extraña, que tanto ha intrigado a los académicos, no era algo cultural, misterioso o enigmático a investigar. Para Freddy, tienen una base humana, reposa en la forma de ser de un mundo ya pasado, que, sin embargo, él todavía ha creído encontrar, como un fósil, en las gentes de la pequeña e ignota isla de Kethira.

Es precisamente cuando dice que

 ... (es) esta sonrisa olvidada, llamada a menudo «misteriosa», lo que he visto a veces en Keritha.

             Challoner sigue leyendo lo que ha dejado escrito Freddy.

En cualquier otra parte, prevalece el punto de vista opuesto. Los hombres creen que deben ser felices y que pueden decidir por sí mismos su propio destino. La casualidad es todavía una molestia, pero puede contrarrestarse por medio de la eficacia, la organización y los descubrimientos científicos. La miseria humana procede de la humana naturaleza, que es mala y perversa. Y hay que avasallarla, ignorarla o alterarla. 

El hombre no siente el menor respeto por la naturaleza. Es el único señor del universo y hace lo que le place con la materia desprovista de mente y de sentidos. Hace pesar su voluntad sobre los mismos átomos que destruye. No teme a los dioses. No teme a nadie, salvo a sí mismo. Le aterroriza más la Humanidad que lo que pueda haberle aterrorizado, en otros tiempos, dios alguno, porque, por muy terroríficos que pudieran ser éstos, había siempre la esperanza de que se pudieran aplacar sus iras. Por el contrario, ¿cómo puede el hombre aplacarse a sí mismo? No se atreve a representarse sonriendo, prefiere contemplar su propia imagen bajo algún aspecto violentamente falseado. Como objeto meramente natural, se cree demasiado horrible.

martes, 15 de agosto de 2023

ZAPATOS DE ESPÍA AL REVÉS Y EL EPISODIO DE HÉRCULES Y CACO EN LA ENEIDA.

 Estos días salió esta noticia, no sé de cuándo es su información original, esta noticia curiosa.Trata sobre unos peculiares y sorprendentes zapatos, no unos normales, sino unos zapatos de espías, de profesionales espías. 

¿Y cuál es su peculiaridad, dirán ustedes? Pues, tratándose de espías, cuyo fundamento principal es pasar inadvertidos u ocultos la mayor parte del tiempo básicamente. Y, cuando esto no es posible, borrar las huellas de sus pasos, despegar a su perseguidores, y escapar a las posibles represalias.

Hércules y el ladrón de ganado Caco

https://culturizando.com/maestros-de-la-pintura-europea-niccolo-dellabbate/hercules-y-caco-nicolo-dell-abbate/


Para eso se muestran estos zapatos de espías, utilizados, al parecer, en la Primera Guerra Mundial. Lo de espía que tienen es lo siguiente: si uno mira bien, los zapatos tienen la suela invertida, de tal manera que cuando caminan,la huella de los mismos marca el sentido contrario de la marcha.

Al leer esto, recordé el episodio, un episodio parecido del mundo clásico. Se encuentra en la Eneida, libro 8, donde aparece la monstruosa y repelente figura de un desaprensivo ladrón, de nombre, obviamente, Caco.

Este Caco, padre de todos los otros cacos que en el mundo siguen en la brecha, osado que era, no tuvo inconveniente en robar unos hermosos bovinos del rebaño que el Alcides Heracles había traído en aquellos tiempos hasta Italia.

¿Y qué treta empleó para que el monstruoso ladrón no pudiera localizar su senda? Pues la misma, parecida, que la de estos espías artesanales de la primera contienda mundial, esto es, hacer que caminaran al revés del sentido de su marcha.

Esto mismo fue lo que hizo Hércules. Tiró de la cola a los animales, de tal manera que las huellas de estos marcaban indicaban el sentido de la marcha inverso al que realmente hacían.

El episodio, tal como lo cuenta la Eneida, es el siguiente:



Aquí estuvo la gruta, escondida en vasto abrigo,

que la figura terrible del medio humano Caco ocupaba

Pero la mente fiera del ladrón Caco, por nada dejar 205

de crimen o engaño sin osar o probar,

sacó de sus pesebres cuatro toros de hermosa

figura y otras tantas novillas con mejor aspecto,

y a todos ellos, para no dejar huellas de la marcha de sus pasos,

arrastrados por la cola a la cueva y con las marcas de las patas 210

al revés, los ocultaba el raptor en su ciega guarida;

ninguna señal llevaba al que buscase a la cueva.


hic spelunca fuit uasto summota recessu,

semihominis Caci facies quam dira tenebat

at furis Caci mens effera, ne quid inausum 205

aut intractatum scelerisue doliue fuisset,

quattuor a stabulis praestanti corpore tauros

auertit, totidem forma superante iuuencas.

atque hos, ne qua forent pedibus uestigia rectis,

cauda in speluncam tractos uersisque uiarum 210

indiciis raptor saxo occultabat opaco;

quaerenti nulla ad speluncam signa ferebant.


Se ve, por lo tanto, la influencia de la cultura clásica, hoy ya abandonada, lo fructífera que siempre ha sido la cultura clásica para todas las facetas de la vida social, incluso la más insospechadas. El zapatero de espías tuvo que ser un provechoso lector de la Eneida en su época, seguramente.