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martes, 15 de agosto de 2023

ZAPATOS DE ESPÍA AL REVÉS Y EL EPISODIO DE HÉRCULES Y CACO EN LA ENEIDA.

 Estos días salió esta noticia, no sé de cuándo es su información original, esta noticia curiosa.Trata sobre unos peculiares y sorprendentes zapatos, no unos normales, sino unos zapatos de espías, de profesionales espías. 

¿Y cuál es su peculiaridad, dirán ustedes? Pues, tratándose de espías, cuyo fundamento principal es pasar inadvertidos u ocultos la mayor parte del tiempo básicamente. Y, cuando esto no es posible, borrar las huellas de sus pasos, despegar a su perseguidores, y escapar a las posibles represalias.

Hércules y el ladrón de ganado Caco

https://culturizando.com/maestros-de-la-pintura-europea-niccolo-dellabbate/hercules-y-caco-nicolo-dell-abbate/


Para eso se muestran estos zapatos de espías, utilizados, al parecer, en la Primera Guerra Mundial. Lo de espía que tienen es lo siguiente: si uno mira bien, los zapatos tienen la suela invertida, de tal manera que cuando caminan,la huella de los mismos marca el sentido contrario de la marcha.

Al leer esto, recordé el episodio, un episodio parecido del mundo clásico. Se encuentra en la Eneida, libro 8, donde aparece la monstruosa y repelente figura de un desaprensivo ladrón, de nombre, obviamente, Caco.

Este Caco, padre de todos los otros cacos que en el mundo siguen en la brecha, osado que era, no tuvo inconveniente en robar unos hermosos bovinos del rebaño que el Alcides Heracles había traído en aquellos tiempos hasta Italia.

¿Y qué treta empleó para que el monstruoso ladrón no pudiera localizar su senda? Pues la misma, parecida, que la de estos espías artesanales de la primera contienda mundial, esto es, hacer que caminaran al revés del sentido de su marcha.

Esto mismo fue lo que hizo Hércules. Tiró de la cola a los animales, de tal manera que las huellas de estos marcaban indicaban el sentido de la marcha inverso al que realmente hacían.

El episodio, tal como lo cuenta la Eneida, es el siguiente:



Aquí estuvo la gruta, escondida en vasto abrigo,

que la figura terrible del medio humano Caco ocupaba

Pero la mente fiera del ladrón Caco, por nada dejar 205

de crimen o engaño sin osar o probar,

sacó de sus pesebres cuatro toros de hermosa

figura y otras tantas novillas con mejor aspecto,

y a todos ellos, para no dejar huellas de la marcha de sus pasos,

arrastrados por la cola a la cueva y con las marcas de las patas 210

al revés, los ocultaba el raptor en su ciega guarida;

ninguna señal llevaba al que buscase a la cueva.


hic spelunca fuit uasto summota recessu,

semihominis Caci facies quam dira tenebat

at furis Caci mens effera, ne quid inausum 205

aut intractatum scelerisue doliue fuisset,

quattuor a stabulis praestanti corpore tauros

auertit, totidem forma superante iuuencas.

atque hos, ne qua forent pedibus uestigia rectis,

cauda in speluncam tractos uersisque uiarum 210

indiciis raptor saxo occultabat opaco;

quaerenti nulla ad speluncam signa ferebant.


Se ve, por lo tanto, la influencia de la cultura clásica, hoy ya abandonada, lo fructífera que siempre ha sido la cultura clásica para todas las facetas de la vida social, incluso la más insospechadas. El zapatero de espías tuvo que ser un provechoso lector de la Eneida en su época, seguramente.


martes, 30 de mayo de 2023

LA TABERNA DEL IRLANDÉS (1963). LA PRINCESA SE DESCALZA.

 


LA TABERNA DEL IRLANDÉS (1963). LA PRINCESA AMELIA SE DESCALZA.

Una bella y rica ejecutiva de Boston, Amelia Dedham, tiene que viajar a los remotos Mares del Sur a resolver una cuestión de herencia y, al tiempo, conocer su padre, al que no ha visto hasta entonces. Éste, el doctor Dedham, luchó en esa zona en la II Guerra Mundial, y finalmente había optado por quedarse allí en la Polinesia y servir a los nativos de las islas, por su condición de médico.

En esa isla llevan una plácida e idílica existencia dos amigos, Donovan-Wayne y Gilhooley-Lee Marvin, que pasan los días en armonía con los nativos y disfrutando de las bondades de aquellos lugares.

La recepción de la rica heredera, Amelia, cuando llega a la isla Haleakaloha es un momento importante del film.

Sin embargo, el doctor debe ocultar que ha desarrollado allí una vida y una familia, ajena a a la de su primera esposa. Por eso, se les ocurre que sus tres hijos pasen a ser hijos de Donovan, en tanto Amelia esté en la isla.

Donovan-Wayne se encarga de recoger a Amelia cuando llega a la isla.

El día fijado, se acerca junto con las canoas de los nativos a recogerla del gran barco en el que ha llegado. 

- Capitán, ¡hola! ¿Está usted con la señorita Amelia Dedham, de Boston?

El capitán asiente, y a continuación se muestra la propia Mrs. Amelia. Donovan-Wayne la saluda hospitalario, pero Amelia se mantiene estirada, incómoda y a disgusto.


     

- Aloha, me llamo Donovan. Bienvenida a Haleakaloha. Su padre está ausente en las islas meridionales. La ayudaré a bajar.

- Gracias, señor Macdonald, responde Amelia como si estuviera ante un subordinado.

- Mi nombre es Donovan, responde Wayne, que advierte el tratamiento descortés de Amelia.


Empieza la operación del descenso, que sorprende a Amelia, pues va a tener que descalzarse y saltar por la borda. El capitán la advierte.

-Tenga mucho cuidado, señorita…


- Capitán, sé muy bien cómo se baja de un barco, le responde con suficiencia y cierta impertinencia Amelia.

A continuación, y sin que nadie se lo diga, se descalza de sus zapatos, y se los arroja uno a uno a Donovan, con un gesto de cierta superioridad.


 


Donovan los recoge desconcertado ante la conducta de Amelia.


 Donovan-Wayne, una vez recogidos los zapatos, dirige a continuación las operaciones desde la canoa, le indica lo siguiente:

                           

- Ahora, arrímese a la barandilla, - y entonces Amelia lo mira con sorpresa e incredulidad-. Y siéntese en la borda, con las piernas fuera, para poder saltar mejor.

- Tenga cuidado, señorita, mucho cuidado, le vuelve a repetir el viejo capitán.

Amelia se sube a la barandilla, levanta los pies y se sienta en el borde, esperando más indicaciones. 

El capitán le repite, Sujétese, y la agarra del brazo al tiempo.

Donovan, en la canoa, inicia la aproximación: Adelante, Sam, - le dice a uno de los de la canoa-, cuidado con las olas… Fíjate bien, un poco más a estribor, pon atención.

Ella se recoloca, expectante, sobre la barandilla.

- Ahora va bien, ahora, sigue diciendo Donovan. 

Cuando ya está cerca de la borda del barco, de pie le pide la mano para sujetar a Amelia.

- La mano derecha

- ¿Así?, dice insegura Amelia.

 

- Un poco a babor, les repite Donovan a los remeros. Pero, de pronto, algo pasa, y exclama: ¡Eh, no, a estribor!

Y entonces, sin poder evitarlo, caen los dos agarrados al agua.

Desde ese momento, la furia hará presa de la señorita, llegará empapada a la isla, su gorro queda sin forma, recibe las burlas de Marvin, mientras los felices nativos, ajenos a todo ello, hacen un recibimiento igual con cánticos y loas.

Wayne, sin embargo, la trata bruscamente, también airado por el chapuzón improvisado, y las malas formas que ha mostrado la incómoda Amelia desde el principio.

Y de esta forma es la estrepitosa y reveladora llegada de la rica heredera a la isla. 

Empezando con su descalce, y siguiendo con el chapuzón inesperado, el trato igualitario y la ironía de tosa la situación, el personaje queda despojado de su personalidad estirada y superior frente a los isleños y la isla.

El descalce, junto con toda la situación, la primera hospitalidad de Wayne, la  desagradable superioridad de Amelia, el chapuzón y todo lo que sigue, forma parte de la carta de presentación del personaje. Adelanta, además, los siguientes acontecimientos que se desarrollarán en el film.


Alejandro, militar y estratega: La conquista de Alejandro Magno, de S. Pressfield (2004)

  Steven Pressfield,  La conquista de Alejandro Magno ,  (The virtues of war, 2004). Steven Pressfield es un autor contemporáneo de novela...