LA MINISERIE ALEJANDRO MAGNO (DE LA HISTORIA AL MITO) (2014). UNA VISIÓN TRADICIONAL DE ALEJANDRO Y DARÍO EN GAUGAMELA.
De 2014 es la coproducción alemana de la compañía ZDF Alejandro Magno (De la historia al mito), dirigida por M. Christ y Ch. Twente. Se trata, como es usual en los últimos años, de un docudrama que representa con actores de forma dramática la vida y hazañas del gran rey macedonio, al mismo tiempo que diferentes asesores y especialistas van haciendo sus comentarios puntuales para explicar y contextualizar los episodios y hechos que puedan pasar sin el necesario comentario.
Como siempre decimos, hay que hacer énfasis en el interés que la figura de Alejandro sigue suscitando, siglo tras siglo. Y, por otro lado, a partir del año 2000, parece que se renovado el interés por su figura Las causas pueden ser varias, desde cierto revival que se ha producido con los peplum a partir de Gladiator, hasta el conflicto intercultural entre Oriente y occidente a raíz de los atentados de Nueva York y la guerra de Irak, y muchas otras razones.
Lo cierto es que entrado el siglo XXI se han multiplicado las recreaciones sobre el macedonio, empezando por la película de O. Stone, de 2014, y siguiendo por una serie significativa de novelas históricas inspiradas en el personaje.
Esta miniserie de dos capítulos se podría poner a continuación de estas producciones centradas en Alejandro, que luego tendrán su continuación en la reciente, de 2024, miniserie de Netflix, la titulada Alejandro Magno: la creación de un dios.
En lo que sigue no nos vamos a referir a la miniserie al completo, sino a las escenas que reproducen las batallas principales de la campaña asiática, especialmente la de Gaugamela.
La batalla está relatada de forma muy breve. Por no aparecer, no se muestran el espectacular ataque de los carros con guadañas, y la estrategia macedonia para neutralizarlos.
Por el contrario, sí que se cita el ataque al campamento de los bagajes, pero de pasada y casi inadvertido.
Todo el protagonismo se lo llevan Alejandro y los macedonios. Darío y su ejército, a pesar de ser mucho más numerosos, son meros guerreros pasivos que nada pueden hacer contra la inteligente estrategia y coraje de los griegos.
“el gran ejército de Darío abarca más de cinco kilómetros”
Alejandro, ante la inferioridad numérica, empieza por mover su caballería en paralelo
y hacia la derecha del ejército persa
al mismo tiempo, la infantería ataca por el centro.
la polvareda, tal como remarcaba Diodoro, hace presencia en las escenas.
Como ya es sabido, aunque de forma muy esquemática, dice que Alejandro
hace girar a su caballería, y la lleva directo a donde se encuentra Darío.
Un Darío, más desganado que otra cosa, contemple como la caballería macedonia
carga contra el centro que ocupa él.
enfrentamiento en torno al centro de la línea persa.
El docudrama sigue diciendo que Alejandro ha vuelto a utilizar la misma estrategia que en Issos.
Alejandro busca una solución inminente, dice, y busca a Darío para enfrentarse “cuerpo a cuerpo” con éste. Es el momento del cara a cara, el encaramiento entre los dos grandes adversarios, tal como está plasmado en el mosaico de Pompeya.
El rey Darío, en todo este desarrollo, aparece como una figura pasiva y contemplativa, sin que se le de un mínimo de protagonismo.
El Gran Rey Darío, inoperante, frente a un poseído Alejandro. Reproduce la imagen tradicional del mosaico de Issos y otras recreaciones novelísticas.
En este docudrama, y siguiendo a las fuentes, el supuesto momento de la jabalina tiene lugar en Gaugamela, no en Issos, como hará la miniserie de Netflix de 2024. En este caso, el docudrama quiere ser más espectacular que nada. Se ve a Alejandro saltando por los aires, y arrojando la jabalina desde el aire.
La escena parece inspirada en la última lanzada de Leónidas contra Jerjes, en la película 300. Es también espectacular, y la película ralentiza la secuencia para hacerla más emocionante. Aquí no se llega a tanto.
Momento de la espectacular y forzada lanzada de la jabalina de Alejandro,
volando por los aires
la punta de la lanza hace un vuelo kilométrico rumbo al carro del Rey. Como en Curcio y en Rossen, y otras novelas, la lanza alcanza a alguien cercano o al auriga del Rey.
Un Darío casi anestesiado contempla lo ocurrido, pero, de pronto, le grita al auriga
“¡Vamos!” enérgicamente.
Darío abandona de forma desordenada la batalla.
Darío abandona, y en el documental da la impresión de un acto de cobardía, pues dice que su ejército se queda para derramar hasta la última gota de sangre.
Y ya sabemos que esto no fue así, que hubo una retirada táctica, y luego, los demás escuadrones persas fueron abandonando la batalla al saber que el Rey ya lo había hecho.
Filotas le dice a Alejandro que su padre Parmenión está en peligro.
Y llega el momento Parmenión. Como sigue siendo tradicional, se le achaca al general Parmenión, que pide ayuda, el que Alejandro no siga tras Darío y consiga apresarlo.
Entrada de Alejandro en Babilonia
Sigue diciendo el documental que Alejandro, a pesar de no capturar a Darío, ya se había ganado el imperio persa. En el mismo campo de batalla ya se hizo nombrar Rey de Reyes, el título de los monarcas persas. Todas las ciudades, Babilonia, Susa, Ecbatana, le abrieron las puertas sin lucha, tomándolo como su nuevo rey.
En conclusión, esta miniserie , ya decimos, tiene el mérito de poner en escena, de nuevo, en la forma de docudrama, la figura y hazañas del rey macedonio. En cuanto a la recreación y puesta en escena de las batallas de Gaugamela, es claro que por ser una producción modesta, no va a representar con detalle y recursos esa batalla. No aparecen los carros falcados y el combate se representa con rapidez, aunque, eso sí, mantiene la información precisa de cómo se produjo la estrategia y posterior victoria de Alejandro.
Es verdad que representa el cara a cara entre Alejandro y Darío, manteniendo la imagen tradicional que tenemos de ellos desde la antigüedad. Es decir, un Alejandro furibundo y poseído por la fuerza de un león, frente a un Darío sorprendido y acobardado.
Otra cosa es la espectacular escena de la jabalina. Para hacerla más emocionante, recurre a una escena parecida que ya estaba en 300, cuando Leónidas lanza en un intento desesperado, la última lanza contra Jerjes. Aquí es Alejandro el que se apoya en un soporte, salta por los aires y suelta la lanza.
Por otro lado, se recurre a la responsabilidad de Parmenión cuando el rey persa abandona la batalla y Alejandro no puede perseguirlo. Tampoco se trata de explicar que este abandono tiene que ver más por razones estratégicas que por cobardía.
El problema es que, al presentarse estos docudramas con asesores especializados, da la impresión de que lo que estamos viendo está fielmente documentado y corroborado, cuando algunos de estos episodios no tienen una base documental cierta.
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